Hoy nos vamos a Roses. No podemos negarlo, la Costa Brava en verano nos encanta. Pese al apogeo turístico, todavía podemos encontrar rincones que son un remanso de paz. Y buenos restaurantes como La Sirena. En primera línea de mar, nos encontramos esta joyita. Cocina catalana y marinera. Lo que prima es la calidad del producto, es-pec-ta-cu-lar. La oferta de pescados y mariscos es fabulosa, depende de lo que traigan los pescadores ese día, todo fresco. Tienen un carrito donde exponen el género del día, te lo acercan a la mesa y eliges lo que quieres.
Y el precio, mejor lo comprobáis vosotros si váis. Si os lo digo, no me creiríais...imbatible.
La vez que fuímos pedimos un poquito de marisco para empezar y luego un plato principal:
En las fotos podéis ver unos pies de cerdo deshuesados con setas y un bacalao con garbanzos y gambas que estaba para cantarle. No he comido unos garbanzos más ricos nunca. Tienen también una terracita muy agradable fuera, pero preferimos estar dentro y ver el espectáculo del carrito de pescado. No os lo perdáis!
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