Hoy en nuestra sección de restaurantes, nos alejamos del centro de Barcelona y nos vamos hasta Vic, en la comarca de Osona. No es raro que algún sábado cojamos el coche y nos vayamos a algún pueblo donde hagan el mercado semanal, cosa que nos encanta. Pues bien, Vic es el lugar idóneo para aprovisionarse de frutas y verduras de los pageses y pasear por su casco antiguo y sus calles empedradas.
Se ha convertido en tradición fija cada vez que vamos acabar la jornada comiento en el D.O. Vic. Lo descubrimos de pura casualidad mientras callejeábamos y, desde entonces, es cita obligada. Lo primero que llama la atención es su carta, con unos platos, a cuál más apetecible, y después su precio, relación calidad-precio imbatible.
Entre mis platos favoritos se encuentra el que ilustra el post de hoy, revuelto de patatas, huevos y trufa. Se me hace la boca agua sólo de pensarlo. Otro clasico, el micuit al banyuls (vino de la comarca francesa del Roussillon). Un apunte, Vic se encuentra a la misma distancia de Barcelona ciudad que de Francia.
La carta, que ya hemos dicho que estupenda, destaca por el respeto a los productos de temporada y al producto de proximidad.
El local está cuidado y el servicio es atento. Nosotras siempre hemos ido prontito al mediodía sin reserva, pero después se ha llenado. Así que si podéis reservar, mejor.
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